Por: Prof. Frank Jhonattan Weffer
Tema: La Administración sobre los Hijos.
Texto: Salmo 127. 3 y Proverbios 17.6
Salmo
127. 3
He
aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.
Proverbios
17. 6
Corona
de los viejos son los nietos,
Y la honra de los hijos, sus padres.
Título: Responsabilidades Administrativas de los Padres para con Dios
por los Hijos.
De los padres para los Hijos
1. Velar, orar e interceder por ellos.
Job 1. 5
Y acontecía que habiendo pasado
en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de
mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía
Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus
corazones. De esta manera hacía todos los días.
Marcos 5. 23
Y le rogaba mucho, diciendo: Mi
hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y
vivirá.
Glosario:
Convite:
Función y especialmente comida o banquete a que es convidado alguien.
2. En enseñarlos a ser laboriosos y trabajadores
Proverbios 22. 6
Instruye
al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Glosario:
Instruir: Enseñar,
Doctrinar, comunicar ideas y conocimientos.
3. Corrígelos por amor y sin lastima
Proverbios
13. 24
El que
detiene el castigo, a su hijo aborrece;
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
Proverbios
19. 18
Castiga
a tu hijo en tanto que hay esperanza;
Mas no se apresure tu alma para destruirlo.
Mas no se apresure tu alma para destruirlo.
Proverbios
22.15
La
necedad está ligada en el corazón del muchacho;
Mas la vara de la corrección la alejará de él.
Mas la vara de la corrección la alejará de él.
Proverbios
23. 13
No
rehúses corregir al muchacho;
Porque si lo castigas con vara, no morirá.
14 Lo castigarás con vara,
Y librarás su alma del Seol.
Porque si lo castigas con vara, no morirá.
14 Lo castigarás con vara,
Y librarás su alma del Seol.
Proverbios
29. 15
La
vara y la corrección dan sabiduría;
Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Glosario:
Necedad: Ignorancia,
imprudente o falto de razón, terco y porfiado.
4.
Edificarlos
durante la corrección
Efesios
5. 4
Y vosotros, padres, no provoquéis
a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Glosario:
Ira: Enfadarse
o irritarse mucho.
5.
Traspaso del conocimiento y la experiencia a la nueva generación
Deuteronomio 4. 9
Por tanto, guárdate, y guarda tu
alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han
visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las
enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Joel 1. 3
De esto contaréis a vuestros
hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra
generación.
Salmo 78. 4
No las
encubriremos a sus hijos,
Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová,
Y su potencia, y las maravillas que hizo.
Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová,
Y su potencia, y las maravillas que hizo.
6. El
temor y el reconocimiento a Dios
1 Crónicas 28. 9
Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce
al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario;
porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los
pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; más si lo dejares, él te
desechará para siempre.
7. Ora y Profetiza sobre ellos por fe
Hebreos 11. 20
Por la fe bendijo Isaac a Jacob y
a Esaú respecto a cosas venideras.
Génesis 17. 18
Y dijo Abraham a Dios: Ojalá
Ismael viva delante de ti.
Glosario:
Fe:
Certeza de lo que se espera convicción de lo que no se ve (Hb. 11.1)
8.
Abastécelos en lo necesario para su desarrollo
1 Timoteo 5. 8
Porque si alguno no provee para
los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un
incrédulo.
9.
Preséntalos y dedícalos al Señor
Lucas 2. 22
Y cuando se cumplieron los días
de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a
Jerusalén para presentarle al Señor.
1 Samuel 1. 26-28
26 Y ella dijo: ¡Oh, señor mío!
Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando
a Jehová.
27 Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí.
28 Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová.
27 Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí.
28 Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová.
10. Encamínalos hacia la búsqueda del Señor
Mateo 19. 14
Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los
tales es el reino de los cielos.
11.
Jamás abandones y menosprecies a tu(s) hijo(s)
Mateo 18. 10
Mirad que no
menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los
cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.
12. Aplicar una enseñanza en Valores
Tito 2. 4-6
4 que enseñen a las mujeres
jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos,
5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
13.
No te burles y agredas su corazón y dignidad
Efesios 6.4
Y vosotros, padres, no provoquéis
a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del
Señor.
Colosenses 3. 21
Padres, no exasperéis a vuestros
hijos, para que no se desalienten.
14. Alértalos
de los peligros en la sociedad
Proverbios 07. 1-27
1 Hijo mío, guarda mis razones,
Y atesora contigo mis mandamientos.
2 Guarda mis mandamientos y vivirás,
Y mi ley como las niñas de tus ojos.
3 Lígalos a tus dedos;
Escríbelos en la tabla de tu corazón.
4 Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana,
Y a la inteligencia llama parienta;
5 Para que te guarden de la mujer ajena,
Y de la extraña que ablanda sus palabras.
6 Porque mirando yo por la ventana de mi casa,
Por mi celosía,
7 Vi entre los simples,
Consideré entre los jóvenes,
A un joven falto de entendimiento,
8 El cual pasaba por la calle, junto a la esquina,
E iba camino a la casa de ella,
9 A la tarde del día, cuando ya oscurecía,
En la oscuridad y tinieblas de la noche.
10 Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro,
Con atavío de ramera y astuta de corazón.
11 Alborotadora y rencillosa,
Sus pies no pueden estar en casa;
12 Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas,
Acechando por todas las esquinas.
13 Se asió de él, y le besó.
Con semblante descarado le dijo:
14 Sacrificios de paz había prometido,
Hoy he pagado mis votos;
15 Por tanto, he salido a encontrarte,
Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.
16 He adornado mi cama con colchas
Recamadas con cordoncillo de Egipto;
17 He perfumado mi cámara
Con mirra, áloes y canela.
18 Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana;
Alegrémonos en amores.
19 Porque el marido no está en casa;
Se ha ido a un largo viaje.
20 La bolsa de dinero llevó en su mano;
El día señalado volverá a su casa.
21 Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras,
Le obligó con la zalamería de sus labios.
22 Al punto se marchó tras ella,
Como va el buey al degolladero,
Y como el necio a las prisiones para ser castigado;
23 Como el ave que se apresura a la red,
Y no sabe que es contra su vida,
Hasta que la saeta traspasa su corazón.
24 Ahora pues, hijos, oídme,
Y estad atentos a las razones de mi boca.
25 No se aparte tu corazón a sus caminos;
No yerres en sus veredas.
26 Porque a muchos ha hecho caer heridos,
Y aun los más fuertes han sido muertos por ella.
27 Camino al Seol es su casa,
Que conduce a las cámaras de la muerte.
Y atesora contigo mis mandamientos.
2 Guarda mis mandamientos y vivirás,
Y mi ley como las niñas de tus ojos.
3 Lígalos a tus dedos;
Escríbelos en la tabla de tu corazón.
4 Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana,
Y a la inteligencia llama parienta;
5 Para que te guarden de la mujer ajena,
Y de la extraña que ablanda sus palabras.
6 Porque mirando yo por la ventana de mi casa,
Por mi celosía,
7 Vi entre los simples,
Consideré entre los jóvenes,
A un joven falto de entendimiento,
8 El cual pasaba por la calle, junto a la esquina,
E iba camino a la casa de ella,
9 A la tarde del día, cuando ya oscurecía,
En la oscuridad y tinieblas de la noche.
10 Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro,
Con atavío de ramera y astuta de corazón.
11 Alborotadora y rencillosa,
Sus pies no pueden estar en casa;
12 Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas,
Acechando por todas las esquinas.
13 Se asió de él, y le besó.
Con semblante descarado le dijo:
14 Sacrificios de paz había prometido,
Hoy he pagado mis votos;
15 Por tanto, he salido a encontrarte,
Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.
16 He adornado mi cama con colchas
Recamadas con cordoncillo de Egipto;
17 He perfumado mi cámara
Con mirra, áloes y canela.
18 Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana;
Alegrémonos en amores.
19 Porque el marido no está en casa;
Se ha ido a un largo viaje.
20 La bolsa de dinero llevó en su mano;
El día señalado volverá a su casa.
21 Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras,
Le obligó con la zalamería de sus labios.
22 Al punto se marchó tras ella,
Como va el buey al degolladero,
Y como el necio a las prisiones para ser castigado;
23 Como el ave que se apresura a la red,
Y no sabe que es contra su vida,
Hasta que la saeta traspasa su corazón.
24 Ahora pues, hijos, oídme,
Y estad atentos a las razones de mi boca.
25 No se aparte tu corazón a sus caminos;
No yerres en sus veredas.
26 Porque a muchos ha hecho caer heridos,
Y aun los más fuertes han sido muertos por ella.
27 Camino al Seol es su casa,
Que conduce a las cámaras de la muerte.
15.
Atesora para el futuro de tus hijos
2 Corintios 12. 14
He aquí, por tercera vez estoy
preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro,
sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los
padres para los hijos.
16.
Compadécete de tus hijos
Salmo 103. 13
Como
el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.
Se compadece Jehová de los que le temen.
Conclusión
Salmo 127.1
1 Si Jehová no edificare la casa,
En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad,
En vano vela la guardia.
En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad,
En vano vela la guardia.
Salmos
112. 2
Su descendencia será poderosa en
la tierra;
La generación de los rectos será bendita.
La generación de los rectos será bendita.
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